miércoles, 29 de diciembre de 2010

Obsesión

Hoy a las palabras les cuesta salir por mi boca...

Debería ser un día alegre... a pesar del frío que cala hondo, no sólo en mis huesos. Debería ser un día cualquiera... Sofá, relax, manta, mi serie favorita, unos buenos cereales con leche... No entiendo por qué sigo engañándome...

El viernes pasado, un conocido me deseo suerte en la ardua tarea de ser yo mismo, y como no puedo estarme quieto, mi cabeza comenzó a pensar... luego, a existir.... o no... eso ya no importa puesto que no somos más que proyecciones de ideas de algo que quisimos ser pero que nunca llegamos a conseguir.

Recordaba las conversaciones con el filósofo Gomar... hizo que me planteara la posibilidad de estar viviendo con una obsesión y no con una pasión... Sinceramente, no distingo los límites entre pasión y obsesión, lo cual no dice mucho a mi favor... Cuando alguien quiere algo y lucha por ello de forma tenaz o persistente, ¿por qué ha de ser una persona obsesiva?... No soy estúpido y sé cuando no puedo conseguir algo pero ¿y si de verdad lo necesito?... ¿me convierte eso en un obseso?

La diferencia entre una persona que padezca un trastorno obsesivo-compulsivo y yo mismo es que yo sé cuando tengo que parar. Así que, no me juzgue, Sr. Gomar.

2 comentarios: